24 de julio de 2008




The Mist

Dirigida por Frank Darabont







Cualquiera pensaría que luego de ganarse el reconocimiento de la crítica y el público gracias a sus dos adaptaciones de relatos de Stephen King, Shawshank Redemption y The Green Mile, Frank Darabont escogería su siguiente proyecto pensando en proteger su bien ganado prestigio. Después de todo, aquellos filmes eran dramas humanistas, cargados de sentimiento y una visión optimista del ser humano, aunque no exentos de sus cuotas de tristeza y tragedia. Lo mismo que su tercer largometraje, The Majestic, un fracaso comercial que ni la presencia de Jim Carrey logró salvar, pero que no por ello dejaba de ser un buen y estimable film, del todo coherente con sus anteriores trabajos.

Pero he aquí una decisión con agallas. Darabont escogió el camino dificil y se ha arriesgado con una pequeña película de terror y de clara inspiración en la SciFi de serie B de los años 50. Su desición podría parecer antojadiza, pero una mirada atrás a la carrera de este cineasta nos dará la adecuada perspectiva. Y es que Darabont comenzó su vida profesional como guionista antes de pasar a la dirección y sus primeros créditos los logró aportando su pluma a producciones de terror como The Blob, la tercera entrega de la saga de Freddy Krueger (Dream Warriors) y The Fly II. En el apartado televisivo, realizó guiones para la series Tales from the Crypt y The Young Indiana Jones Chronicles (el guión de la última entrega cinematografica del estimado Dr. Jones se escribió en base a un borrador suyo, muy superior, que Lucas en su momento rechazó). Como pueden ver, Darabont no es un recién llegado al género y, de hecho, en su vida personal, es tambíén un fan del fantástico (amen de sentir una gran pasión por el cine clásico de Holywood en general). Un último dato, unas de las primeras obras de Darabont como director fue un cortometraje titulado “The Woman in the Room” y era una adaptación de...sí, Stephen King. A King le gustó tanto aquel corto que le cedió a Darabont los derechos para filmar Shawshank (tuve oportunidad de ver este trabajo años atrás. Está muy conseguido para haber sido filmado prácticamente sin presupuesto alguno).

Les sorprendera, entonces, si les digo que esta película está basada en una novelette de King?

The Mist comienza mostrándonos al personaje de David, un artista gráfico que trabaja realizando afiches de cine (geek alert: en esta breve escena podemos ver el afiche para The Thing de John Carpenter; el cuadro en el que trabaja David retrata al Gunslinger, protagonista de la saga literaria The Dark Tower escrita por...ya saben quien; los cuadros que vemos en pantalla son obras de Drew Struzan, famosísimo artista autor de innumerables piezas de arte para cine). Debido a la fuerte tormenta que ha caido la noche anterior, que ha creado graves destrozos, David parte hacia el pueblo a buscar algunos materiales. Lleva consigo a su hijo y a su vecino, cuyo vehículo ha sido destruido por un arbol caído. Bajando de las montañas, una insolita niebla se acerca.

A poco de llegar al supermercado local, atiborrado de gente, David y su hijo ven como un hombre, desesperado y sangrante, entra a la tienda y advierte a gritos que nadie salga, que hay algo en la niebla. Encerrados en el supermercado, sin saber el por qué de la situación o que sucede en el mundo exterior, pronto se verán asediados por la impenetrable niebla y las horrendas criaturas que se ocultan en ella (diseñadas en base a bocetos de Bernie Wrightson, leyenda viviente de la ilustración y los cómics). Lo tenso y agotador de la situación hará que la gente se divida en facciones, que la agresividad y la mentalidad de masa tome las riendas y que el insidioso fanatismo de la Sra. Carmody, una beata sedienta de atención, afecte a los sobrevivientes hasta extremos perturbadores. Las pocas personas aliadas con el mesurado y racional David, deberán elegir entre plegarse a la locura religiosa que se ha apoderado de los demás o intentar salir al exterior y enfrentarse a lo desconocido.

Quienes hayan leído el relato original podrán comprobar que la película mantiene una gran fidelidad con el texto. El tono y la atmósfera que King creara en la página, están reflejados y aumentados por Darabont con sumo cuidado. Las modificaciones con respecto a la novelette están aplicadas atinadamente y es muestra del innegable talento del director en su faceta de guionista que estos cambios no van en detrimento del producto final, sino que, por el contrario, lo potencian. Su característico cariño por los clasicos estilos narrativos del hollywood de antaño son notorios, pues la cinta se nos narra con una admirable simpleza expositiva y su construcción del suspense, el manejo del shock, la presentación de las criaturas surgidas de la niebla, el montaje, todo apela a un estilo narrativo típico de los años ´50. Su puesta en escena está a contracorriente de lo que el terror contemporaneo nos tiene (mal) acostumbrados, dando tiempo al espectador para absorber lo que se cuenta y, sobre todo, disfrutar del trabajo actoral.

Uno de los aspectos más cuidados en la filmografía de Darabont es su capacidad para extraer impecables actuaciones de su elencos. En este caso, es imposible no destacar a Marcia Gay Harden, un talento infravalorado a la que pudimos ver en Mistic River. Su retrato de la trastocada Sra. Carmody es de antología y habla muy bien de su calidad como actriz que sintamos una sincera oleada de alivio cuando su personaje recibe su merecido en el que es uno de los momentos más aterradores de la película. Por cierto, también habla muy bien de Darabont, quien monta aquí una secuencia de tensión casi insoportable sin ningún monstruo creado por CGI en pantalla. Thomas Jane, como David, es otro actor injustamente subvalorado, que aquí tiene algunos momentos de actuación muy intensos y logrados. Jane es un actor a considerar y que debería tener mejores oportunidades de lucirse (para una muestra de su verdadero potencial está esta película y Stander, cinta policial basada en la vida de un famoso criminal sudafricano). En general, el elenco completo es muy solido en su trabajo y no hay un actor que este fuera de su lugar. A notar que muchos de los rostros periféricos que acompañan a los protagonistas, son interpretes de reparto que han aparecido en otros filmes de este director.

Resulta del todo evidente en este film, que Darabont ha dado rienda suelta a su faceta más oscura y pesimista. Su retrato de la sociedad como incubadora de violencias latentes y de la fragilidad del tejido social, expuesto a diluirse con alarmante rapidez bajo situaciones extremas, es de lo más desesperanzador que ha salido de Hollywood en mucho tiempo. Y como suele suceder en el mejor SciFi, al final del día el verdadero monstruo que acecha en la oscuridad es el propio ser humano. Nada nuevo, es cierto. Pero, en las hábiles manos de este director, cualquier vieja metáfora cobra renovada fuerza. Es por eso que los detalles y las explicaciones finales que arrojan luz sobre el origen de la niebla y las criaturas, carecen de mayor importancia (si bien, están en completa concordancia al homenaje a la ciencia ficción cincuentera con el que se ha empapado el film). No es lo que interesa. Darabont nos lo deja clarísimo cuando decide terminar su relato no con la opción lógica que cualquier película de este tipo usaría (una arremetida triunfal de la raza humana contra las criaturas, como en los ´50, seguramente liderada por el ejercito).

En cambio, se saca de la manga uno de los finales mas nihilistas, deprimentes y terribles que haya visto nunca en un film. Un puñetazo en el estomago abrumador, del que cuesta sobreponerse. Que el plano final este precisamente desbordado por la presencia del ejercito, pero que, dada las circunstancias, tal presencia resulte completamente inutil es la guinda sobre el pastel. La radical apuesta de Darabont en estos ultimos 5 minutos de proyección, tal vez decepcione a muchos, pero su coherencia temática es tan absoluta que no queda más remedio que quitarse el sombrero. Darabont tiene una filmografía breve e ilustre, admirada y premiada. Es muy probable que en el futuro cree más cine de prestigio, premiado y admirado. Mas, es la bravura de ese final sin compromisos lo que le cimentará su fama de cara a la posteridad, estoy convencido. Tal vez esta película nos haya sido presentada como una obra menor o un acertado ejercicio de género. No se llamen a engaño. En realidad, bajo su patina de terror añejo, The Mist está muy cerca de ser una pequeña obra maestra.